Lanzado
en LP en 1973 primero en Estados Unidos el 1 de Marzo, y el 24 del
mismo mes y año en el Reino Unido.
Analizaré,
no criticaré el trabajo de Pink Floyd, no soy crítico musical,
desmenuzaré el álbum canción a canción descubriendo aspectos del
trabajo, como siempre hago en la sección Clasicazos.
El
álbum fue un proyecto en directo, es decir primero lo compusieron y
lo presentaron en directo el 17 de Febrero de 1972 en Londres y
durante sus giras en Estados Unidos, Europa y Japón. Este trabajo
fue un punto de equilibrio en la banda, primero porque su fundador
Syd Barret estaba empeorando en su enfermedad mental y las letras
fueron una muestra de este episodio basándose en enfermedades de
este tipo y en las cosas que hacen daño a la gente, es definitiva
son la versión de la banda del sufrimiento del ser humano. Esta
decisión les hizo ampliar el concepto intrínseco de las letras
abriendo el camino hacia letras más entendibles y menos filosóficas.
Y musicalmente el cambio fue brutal, se eliminaron las largas piezas
musicales por piezas más cortas, técnicamente ampliaron comprando
nuevo instrumental como una mesa de 28 pistas y acompañándose de
Alan Parsons, pero esto lo iré comentando tema a tema.
Antes
de empezar matizo que el orden de las canciones es el mismo que en
las giras de la banda antes de su grabación en estudio.
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The Dark Side Of The Moon (1973) |
Empezemos
con el análisis:
El
primer tema es "speak to me", un tema de Nick Mason (batería)
que hace de intro lleno de sonidos de sintetizador y gritos femeninos
para dar paso a "breathe", el primer tema cantado en el disco a
cargo de David Gilmour (guitarra y voz principal). La idea de este
tema venía de unos años antes por Roger Waters (bajista) durante la
composición de la banda sonora de la película The Body junto a Ron
Geesin. El cuerpo humano es una metáfora, es una invitación a la
reflexión, “breathe, breathe in the air”, algo así como,
respira, respira en el aire.
En
todo el trabajo las canciones se unen entre ellas, al final de una se
mezcla con el principio de la otra haciendo un especáculo auditivo
similar a los directos.
La
siguiente pieza es un tema instrumental a cargo de Gilmour y Waters, "on the run", donde los sonidos de sintetizador se mezclan con
una base de ritmos haciendo una pieza muy lineal pero perfecta en la
idea de hacer algo nuevo en la época, sonidos que entran y
salen se confunden con efectos sonoros que invitan a la tristeza, la
compasión y la destrucción propia del sonido al final de la
canción.
El
cuarto corte fue una composición de los cuatro integrantes de la
banda llamada "time". La voz principal fue a cargo de Gilmour y
Richard Wright (teclista) se reparten el trabajo en la primera y
segunda parte del tema respectivamente. Inspirado en la concepción
de Roger Waters sobre el tiempo, la vida no es una preparación
de lo que viene, sino tomar el control de tu destino, en esto se basa
la temática de la letra de este tema. Esta canción es famosa por su
introducción de sonidos de relojes, fue grabada por Alan Parsons en
una tienda de antigüedades cercana a los estudios Abbey Road, donde
grabaron el álbum. Para terminar con este gran tema hay que
disfrutar analizando el solo de guitarra de David Gilmour, tan crudo
y salvaje al principio, las cuerdas sufren un verdadero ataque por
parte del guitarrista en el punto álgido del solo para dar paso a
una melodía más tranquila pero igual de intensa mientras cierra
pletórico arrancando a cantar de nuevo la siguiente estrofa, de los
mejores solos jamás grabados, una delicia.
Melodías
entrelazadas en un mundo asfixiante dan paso a "the great gig in the sky", una canción coescrita por Richard Wright y Clare Torry,
una declaración de intenciones religiosas por parte de la banda, en
principio se iba a llamar la secuencia de la mortalidad o eclesiastés
entre otros nombres. La voz angustiada y bestialmente feroz de Clare
Torry le dan un aspecto áspero al tema motivado por Alan Parsons
quien fue el artífice de la inclusión de la voz tórrida de Torry,
no canta palabras, canta gritos motivados por la presencia de la
muerte y las almas perdidas en los hospitales psiquiátricos.
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Pink Floyd |
A
partir de aquí hay un corte, un silencio que rompe el primer acto de
esta obra.
"Money",
el tema más rockero del trabajo cantado por Gilmour y compuesta por
Waters, es un tema rock a medio tiempo entre la percusión ordenante
de Mason, las guitarras y teclados acompañados por la fantástica
voz de David Gilmour hacen un tema inspirador y transgresor por los
cambios de compás desde el 7/4 al 4/4 del solo hasta su final
también en este compás. Similar a “time” porque comienza con
una intro de ruidos de máquina registradora y por unos solos
fabulosos, primero de saxo tenor de estilo funky y seguidamente un
solo de guitarra asombroso y único por parte de Glimour, un solo
“ancestral” de la época en que el rock era una religión.
Siguiendo
con la dinámica de las otras canciones ésta se une a la siguiente
“us and them”, un tema influenciado por el jazz en la parte de
piano, cantada genialmente por Gilmour y Wright, compuesta por éste
y Waters en la parte de letras. Una tranquilidad de inicio con
melodías suaves de saxo y teclado Hammond dan paso a un estribillo
in crescendo en los instrumentos, los coros y la voz de
Gilmour dan un ambiente de alzamiento un tanto militar en favor de
nosotros y ellos, unidad musical y vocal consiguiendo con mucho éxito
un sonido sencillo y suave al oído pero salvaje en las subidas del
estribillo y el solo o los solos de saxo recreando todo el tema de
principio a fin consigue dar un aire místico y fuerte a la vez, una
obra maestra este tema.
Pasamos
de la angustia del ser humano para adentrarnos en un mundo hippie
musicalmente, psicodelia pura en unos músicos salvajemente
ingeniosos en unos solos de guitarra distorsionados como un teclado y
una base rítmica a cargo de Wright, Waters y Mason que nos
transporta años atrás, al mundo feliz y rosa de los sesenta en un
tema llamado "any colour you like".
Todo
esto nos deja un sabor de boca áspero y angustioso para seguir con "brain damage", un daño cerebral dedicado a Syd Barret por su
locura a causa del consumo de drogas compuesto por Waters y cantado
por él mismo y Gilmour a los coros. Una evidencia del cambio sonoro
de la banda al faltar Barret, y una prueba de a evolución en Meddle
(1971).
Para
terminar esta obra maestra de la música contemporánea cerramos este
análisis con "eclipse", el tema que se iba a llamar como el
disco pero al final acabó con este nombre. Compuesta por Waters y
cantada por él es una sinfonía de instrumentos y lamentos sobre la
oscuridad del ser humano para cerrar un trabajo inmenso y
musicalmente perfecto.
Uno
de los discos más vendidos en la historia del rock, con este tranajo
se puede decir que el rock progresivo nació en este trabajo y Pink
Floyd se consolidó como una de las grandes bandas a la altura de sus
contemporáneos.
Un
álbum lleno de sonidos curiosos en un a base rockera donde los riffs
de bajo y de teclado se unen a una evolución musical renovada en
unos años donde el heavy y el rock eran los mandamases del negocio y
Pink Floyd rompió esas barreras entrando por la puerta grande y
haciendo escuela.
Pink
Floyd:
David
Gilmour: voz y guitarra.
Roger
Waters: voz, coros y bajo.
Richard
Wright. Voz, coros, teclados y piano.
Nick
Mason: percusión.
Esta
fue la formación que culminó sus días de gloria con The Wall, pero
esta es otra historia.
Cuando
leáis este análisi escuchar el disco canción a canción y dejaros
envolver y morder por los acordes, letras y brutales armonías de
esta obra maestra.
Sábado, veinte y cinco de Mayo de dos mil trece.
Isla de Tenerife.
Pedro Molina.
enestadopuro.