Ponemos en el pickup el disco dos por la cara A y suena
el primer acorde de "el camino del exceso". Una canción que resume la vida del
grupo durante la grabación del trabajo y su vida como banda. Aquí es donde más
se refleja el poema de Baudeleare, el alma del vino. No hay medias tintas al
hablar del exceso como doctrina, religión y modo de vida. Un guiño al poeta y
pintor británico William Blake, “si estás dispuesto a afrontar la escena, no es
de William Blake”, místico en el que el exceso formó parte de su vida. Igual que Baudeleare o Morrison, grandes
poetas y bohemios en un mundo extraño para ellos. El Tedio del artista se hace
latente en el tema, el vino, las drogas, son estandartes en este tema. La
música es frenética, unos solos de guitarra hacen que su crudeza sea más
fuerte. La importancia de esta canción llegó al punto de llamar a la gira, El
Camino del Exceso o la Gira del Exceso, uno de los mejores temas del rock en
español.
Contraportada de un disco publicado en Alemania |
Después de la tormenta viene la calma, eso dicen, y el
siguiente corte es otro emblema de la banda. Este disco está lleno de ellos,
himnos de la música en español. "Flor de loto" es un ejemplo de cómo hacer
grandes canciones, fue sencillo y su repetición en las radios la subió a la
cima de los éxitos de Héroes. En línea parecida a La herida, parte acústica
hasta la mitad del tema para entrar fuerte las guitarras y la batería. Guitarra
acústica, sitar, bajo y voz es el comienzo de la canción para acabar en la cúspide
de la montaña rusa para bajar despacio montados en un sitar. Como el nombre
indica, el resurgir de sus cenizas, la resurrección como tema principal o
simplemente la buena suerte, hablando de Héroes todo es posible. De nuevo
tenemos la “ironía” socratiana y la búsqueda de la felicidad o el amor, una
filosofía muy agustiniana. Otra muestra de la seriedad de la banda en las
letras.
Como todas las bandas clásicas, Led Zeppelin, Deep
Purple, Black Sabbath, Héroes no iban a ser menos, incluyeron un solo de
batería de Pedro Andreu en una pieza llamada "el refugio interior". Sonidos del
mar y una risa socarrona dan el pistoletazo de salida para que Pedro comience
con un compás de doble bombo acompañando el ritmo de caja y redobles hasta el
final de la pieza. Un solo muy oscuro, apenas tiene platos, potencia y
salvajismo en este pequeño corte.
Llegando a nuestra próxima parada nos encontramos con "sangre hirviendo", uno de los temas más rockeros del grupo y de los que mejor
han funcionado en directo, muy cercano al rock duro español con un estribillo
pegadizo. Una letra que anima a salir a la calle con las pilas cargadas de
ansia por vivir, de eso habla la canción, las ganas de hervir la sangre y
sentirnos más humanos que nunca, al tiempo de contagiar esa ebullición a la
persona que tengas al lado. Una canción trepidante en el cenit de Héroes.
Cartel Gira El Camino del Exceso |
Última parada en este largo recorrido por este magistral trabajo. Momento de un café, ya que el cansancio aflora. Encendiendo un
cigarrillo os diré que uno de los culpables del sonido de este álbum fue el
productor Phil Manzanera. No olvidemos que Héroes eran un diamante en bruto en los tiempos de Senderos de Traición cuando conocieron a Manzanera. Ese
sonido que culminaría en Avalancha (1995), y estoy seguro que si no lo hubieran
conocido las canciones de Héroes no serían lo que fueron y son.
La cara B del segundo vinilo se deja acariciar por la
aguja. Empieza sonando "tumbas de sal", una canción rockanrolera donde las haya
con dos grandes solos de Valdivia y una potente base rítmica como en todas las
canciones. Pura fuerza y transmisión de ideas en las estrofas. A veces parece
un tema salido de un bar nocturno y otras una letra inspirada por el filósofo
más oscuro y aventurero.
No podía ser menos Enrique; Juan y Pedro tuvieron su
momento en solitario y el debía tener el suyo. "Bendecida 2"es su momento, cantando a pelo y haciendo él mismo los coros, un fondo grave como base, su voz
natural de solista y un coro más alto para dar un aspecto más psicodélico. Es la
pieza más corta con 32 segundos de duración, solo una estrofa, ¿para qué más?
Llegando casi al final de nuestro viaje, nos encontramos con una máquina de discos en un bar de carretera, una canción llamada "bendecida" suena.
El tema, es el menos Héroes de todo el trabajo, esa es mi impresión. Una canción de
amor escrita por Bunbury a la actriz italiana Benedetta Mazzini con la tuvo una
relación sentimental. “Bendecida fue la causa de mi fortuna”, una bendición es
el amor conocedor en los primeros instantes. Sensaciones y sentimientos lo
inundaron en su viaje a India y Nepal antes de entrar en el estudio a grabar
este disco. Cuidada producción y todo en su justa medida es el resultado de tan
bonita canción, una bendición. Primera parte de las tres "bendecidas", acabando con La chispa adecuada (bendecida 3).
Cartel de un directo en Alemania |
Una obra épica debe acabar como tal, de eso sabe bien
Manzanera y por eso "la alacena" cerró este álbum. Una balada que viene a resumir
lo que son Héroes, unos jugadores de dados, el porvenir, el pasado se encuentran
en el piano de Copi Corellano, amigo de la banda y colaborador de los componentes
en proyectos futuros, todo amenizado por unos arreglos orquestales muy serios y
bien puestos en las pistas. Un broche de oro a este estupendo disco doble,
dieciséis canciones magníficas e irrepetibles, un antes y un después en el rock
en español.
Hasta aquí este análisis, a los seguidores de Héroes les
gustará y a los ingratos que "volaron" con la banda y ahora los olvidaron y hoy rechazan su recuerdo, porque no olvidemos que vivimos en un país desagradecido
con la cultura nativa, el español es así, pero yo no.
Enrique Bunbury: voz principal.
Juan Valdivia: guitarra principal.
Joaquín Cardiel: bajo y coros.
Pedro Andreu: batería.
Copi Corellano: pianos.
Phil Manzanera: segundas guitarras y producción.
Jueves, uno de Agosto de dos mil trece.
Isla de Tenerife.
enestadopuro.
Lo he escuchado mientras leía Perversiones V,podías hacer un mix algún día.
ResponderEliminarPues es una idea, jajajaj, gracias...
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