En
este capítulo de Clasicazos propuse a mis contactos de las redes sociales que nombraran
discos para analizarlos en este blog, y entre muchos álbumes, todos
buenos y grandes, me quedé con “El Patio” de Triana. Agradezco a
Emilio Chicheri su idea de desmenuzar este disco, un clásico del
rock español.
Situándonos
en los primeros setenta, en España la música estaba cambiando hacia
un camino más maduro y comprometido. Mucha culpa tenían los
artistas ingleses y americanos, la influencia del rock y lo
espiritual sentaron las bases que en los setenta forjaron artistas
como Gong, Barrabás o Triana, el grupo sevillano que nos ocupa.
La
suerte de Triana fue la unión de una gran voz y dos instrumentistas
con una carrera formidable. La voz de Jesús de La Rosa, a veces
flamenca, a veces rockera, su tintineo de teclados al más puro
estilo británico, la batería potente de Tele y la guitarra española
de Eduardo Rodríguez parieron un primer trabajo convertido en himno
del rock español. Las colaboraciones sublimaron la música en los
acordes de Antonio García de Diego (guitarra eléctrica), Manolo
Rosa (bajo).
Las
introducciones no siempre son necesarias, pero en este caso el
contexto temporal es importante para entender el por qué de los
sonidos del disco. Si tenemos en cuenta el antecedente flamenco en
decadencia, Camarón rescató el arte para transformarlo, los grupos
de jazz y flamenco como Gong o Goma hicieron lo que pudieron, pero
fue Triana la banda que fusionó el arte con el rock progresivo, la
metamorfosis se completó y nunca más la música española ha sido
la misma. La madurez musical llegó con Triana por parte del sur
español.
Comenzamos
el álbum con "abre
la puerta". Canción con introducción flamenca dando
paso a la sinfonía rockera al entrar la voz de Jesús de la Rosa.
Todo flamenco, todo rock. La niña abre la puerta de El Patio donde
los luceros y el sol son los nexos de unión en la bienvenida. Unas
bulerías escuchamos mientras la mañana comienza sentados en El
Patio, allí un solo de teclado nos hipnotiza para que la niña nos
sirva de enlace con la música. La niña, castañuelas en mano nos
deleita con un taconeo al son de la española y la eléctrica. Sin
olvidar la progresión hacia el rock. Aquí comienza la unión de dos
rabias, el flamenco y el rock.
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Portada El Patio (1975) |
Con
un vino en los labios disfrutamos de un pensamiento, las
introducciones bien ejecutadas son las que contienen los grandes himnos.
"Sé de un
lugar" es la excusa perfecta en que el amor nos muestra El
Patio en toda la plenitud de la mañana soleada. Entre sombras los
amantes sufren y se aman al son de la cama-teclado y las guitarras
dulces y afiladas. Junto a la voz de Jesús de la Rosa nos dan
muestra de lo que llegará en breve a El Patio al que estamos
invitados. Escarceo intemporal bajo la mano de Alá, o El Apolo
romano en una guerra santa entre lo mitológico y lo humano para
jugar con los acordes milenarios y las notas sintetizadas por la
técnica del Siglo XX.
Las
flores y los zagales juegan hasta que un niño llora por primera vez.
Un
poco de baile a la hora del aperitivo, dureza guitarrera al estilo
andaluz y un taconeo mientras el queso entra en la boca humedecida
por la manzanilla. "Todo
es de color" una "oda" a la primavera trianera en una escala
diferente a las canciones de Jesús de la Rosa. En este tema el re
menor fue sustituido por fa sostenido mayor en una canción compuesta
por Manuel Molina y “Tele” Palacios
Como
en los viejos tiempos damos la vuelta al disco y nos encontramos con
"luminosa
mañana". Otra canción con una introducción apoteósica a
golpe de teclado, guitarra flamenca, palmas y redobles tribales que
recuerdan el esplendor andaluz allá por la Edad Media. Soñamos en
la noche primaveral en El Patio al que fuimos invitados y despertamos
en una mañana soleada y fresca con el calor de Febo y con un café
recién hecho entre las manos. El despertar de la tristeza abre una
puerta al conocimiento nuevo en una mañana llena de esplendor. Este
tema nos deja sabor a rock progresivo, aquel rock que tanto dio que
hablar en la vieja Europa. Aderezado con notas andaluzas, más que
nunca la fusión se nota en esta canción.
Hablamos,
charlamos de filosofía. Lorca está en nuestras mentes y en un
"diálogo"
recordamos los amores pasados cuando la luna nos aconsejaba en sueños
musicales sedientos de amar plenamente. Cerrando los ojos, los
poemas de Lorca invaden nuestras almas al son de la guitarra flamenca
y la voz de Jesús de la Rosa nos relaja abriendo los sentidos a los
sonidos de la desesperación y el amor. “Y la luna me contestaba,
para amar hay que sufrir”. El éxtasis musical ha llegado y nos
lleva en volandas con estos músicos intemporales.
El
gong da la hora de ir a otro escenario, haremos un pic nic entre
amigos. Llevamos las guitarras y nos sentamos "en
el lago". Y allí la música nos envuelve en una estrella
fugaz buscando la voz que recita nuestros sentimientos. Esta canción
hoy en día es un himno de la música bien hecha y un estandarte del
rock en español. Si faltaban músicos en este disco, en este tema
acompañó con la guitarra eléctrica Antonio García de Diego (ex
Canarios, compositor y productor). El día que nos conocimos fuimos
al lago y vimos el espectáculo maravilloso de las notas en el aire y
allí, unidos por las manos nos bañamos mientras las notas de esta
canción nos acariciaban. Acabamos en una apoteosis Crimsoniana
pero, las notas finales son el estilo Triana que tanto echamos de
menos.
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Contraportada El Patio |
Recordar
las experiencias sentados en la hierba fresca de la tarde, mientras
los primeros acordes relajan los espíritus del bosque que vienen a
saludarnos y...
"Recuerdos
de una noche" en la que me fui a enamorar nos trae bulerías
en un compás de 5x8, puro flamenco sin olvidar el teclado armonioso
de Jesús, incluyendo su voz andaluza desesperada y esa eléctrica de
García De Diego. La locura, el desamor y la desazón del recuerdo
nos deja la boca amarga entre versos y fiereza progresiva para irnos
lentamente de vuelta a casa tras este viaje psicodélico y flamenco.
Un
primer disco en el que la música española no fue ni es la misma.
Marcaron la madurez y el cambio hacia un camino nuevo y muy largo.
Triana marcó el principio de un estilo que ha hecho escuela, un gran disco, un gran trabajo intemporal. Nos vemos en El Patio con un
vino y alguna tapa al son de flamenco y rock.
Triana
nació como trío pero supieron acompañarse de grandes músicos en
el estudio y he aquí el resultado bestial de el mejor o uno de los
mejores discos del rock español.
Como
anécdota este trabajo en principio se llamó Triana, pero las fotos
de la portada y el interior de un patio le dieron renombre como El
Patio.
Jesús
de La Rosa: voz y teclados.
J.J.
“Tele” Palacios: percusión y batería.
Eduardo
Rodríguez: guitarra flamenca y clásica.
Manolo
Rosa: bajo.
Antonio
García De Diego: guitarra eléctrica.
Sábado, seis de Diciembre de dos mil trece.
Región de Murcia.
Pedro Molina.
enestadopuro.